Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti,
que siempre me eludes tras palabras y silencios,
se hunde en la oscuridad de tus ojos.
Sin embargo, sé que debo estar contento en este amor,
con lo que viene a rachas y huye, porque nos hemos encontrado
¿Soy yo tan poderoso que pueda llevarte a través de este
enjambre de mundos, por este laberinto de veredas?
¿Tengo yo alimento para sostenerte por el oscuro pasaje bostezante,
de arcos de muerte?
Rabindranath Tagore (1861 - 1941)
2 comentarios:
Cuanto amor...y...dolor...emanan de estas especiales palabras, seguro que vienen de un corazón en el que el amor y el dolor se necesitan para hacerlo grande...
Yo creo que ese amor viene de algo efímero o algo deseado, aunque "desde mi templo" creo que también tienes razón, algo que se ama con intensidad y dura poco, se vuelve doloroso. Pero aún así es hermoso.
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