jueves, 13 de agosto de 2009

Regreso...

Te vas con el trofeo de mi derrota, sin nada más, solo el pasar del tiempo herido, flores marchitas impregnadas de miel.
Mi roca derretida por las lágrimas de las canciones, notas desvariadas de dulce melodía.
Ve, busca un mundo nuevo, sentimientos varados, lucha de placeres escogidos en el barro de mi nacimiento.
Mi vida, mi orgullo, fortalecidos, donde un día hubo cadenas, tan solo polvo quedará.
No mires atrás, sé feliz, huye vacilante hacia el mar de la tranquilidad, observa lo navegado, sonreirás.
Mi amor, maldito, dado en todas las manecillas del reloj, descuidado de tenerme, en su singladura en su puerto atracará.

Gracias por todo lo vivido, sé feliz.