miércoles, 8 de octubre de 2008

Te cojo las manos


Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti,
que siempre me eludes tras palabras y silencios,
se hunde en la oscuridad de tus ojos.

Sin embargo, sé que debo estar contento en este amor,
con lo que viene a rachas y huye, porque nos hemos encontrado
por un momento en la encrucijada de los caminos.

¿Soy yo tan poderoso que pueda llevarte a través de este
enjambre de mundos, por este laberinto de veredas?
¿Tengo yo alimento para sostenerte por el oscuro pasaje bostezante,
de arcos de muerte?

Rabindranath Tagore (1861 - 1941)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto amor...y...dolor...emanan de estas especiales palabras, seguro que vienen de un corazón en el que el amor y el dolor se necesitan para hacerlo grande...

Anónimo dijo...

Yo creo que ese amor viene de algo efímero o algo deseado, aunque "desde mi templo" creo que también tienes razón, algo que se ama con intensidad y dura poco, se vuelve doloroso. Pero aún así es hermoso.